Hay un señor en la cancha que vende palomitas y elotes que pone música a todo volumen hasta muy tarde y no es posible dormir con tanto ruido. Por lo demás, vecinos muy correctos, el lugar limpio, cómodo. La secadora de pelo no es muy eficiente. La señorita encargada es muy amable, accesible y educada. Nos dejaron entrar a la propiedad un poco antes de la hora del check in, lo cual agradezco mucho. El lugar está muy en corto del foro sol y del palacio de los deportes.