Una casita extraordinaria , confortable, con un jardín precioso que cuidan con mucho amor y esmero sus propietarios, una pareja encantadora y hospitalaria, Myriam y su marido, que nos recibieron afectuosamente y nos prepararon con esmero todos los utensilios de la casa. Decorada con gusto, el mobiliario es práctico, con todas las comodidades necesarias para una estancia plácida. Hemos podido desayunar y cenar agradablemente en el jardín y preparar nuestra cena en la cocina que tenían muy bien equipada. Nuestras hijas han disfrutado del baño exterior con hidromasaje y vistas al jardín.
Muy recomendable por su ubicación, para poder desplazarse por la zona ( fuimos al Monte Saint-Michel, Dinan, Saint Malo, y descubrimos la costa de la Cote d’Armor). Para combinar costa, pueblos y ciudades más turísticas con otras zonas y pueblos más tranquilos.