Íbamos a pasar dos días en Oporto y vimos que tenía muy buena ubicación y nos decidimos a alquilarlo.
El apartamento parecía nuevo y bonito en fotos, lo tenia todo a primera vista.
Cuando llegamos lo vimos algún detalle de suciedad como veo en las fotos pero no quisimos darle importancia.
Al montar el sofá cama nos dimos cuenta que estaba roto. Lo teníamos que montar porque tenían que dormir nuestros dos hijos pequeños de 7 y 8 años. Llamamos para avisar y que nos pudieran dar una solución y en principio parecía que el chico, que se mostraba muy amable, nos la daria. La solución final fue: dormir los cuatro en una cama y os devolvemos 40 euros. Una solución que no la vimos correcta pero nadie venía ni a mirar el sofá ni nos daban más soluciones. Al final entendimos que había poco margen de tiempo y así hicimos. Al día siguiente tuvieron todo el día y nadie solucionaba el problema y a las nueve de la noche nos dicen que lo sienten que la única solución que tienen es cambiar el sofá para siguientes huéspedes, pero que no pueden hacer nada. Así que nos toco volver a dormir cuatro en una cama de matrimonio.
Una gestión nefast. Se piensan que devolver cuarenta euros es la solución a tres días durmiendo mal y un apartamento sucio como veis en las fotos. Encimera sucia, pelos por todos sitios, uñas asquerosas, en fin muy desagradable la experiencia
No volvería nunca y no aconsejaría a nadie ir a este lugar.