El apartamento está bien, muy práctico e ideal para familias; aunque, a mi parecer, tiene fallos bastante importantes, como por ejemplo, la imposibilidad de comunicación con el alojamiento. No hay forma de hablar con ellos, todo es automático. También y dado el coste de la noche, que es bastante elevado, podrían tener un aire acondicionado en condiciones. En esta época, el calor en Milán es insoportable y el aparato no funcionaba bien. La fachada está en obras, por lo que ahora mismo no hay terraza.